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OPERACIONES
El término BIOARTMI está compuesto por las palabras Biológico-Artificial-Mecánico-Inteligente, que hacen referencia a los estándares activos de la energía percibidos como parámetros evolutivos.
BIOARTMI tiene como misión el propiciar mejores condiciones de desarrollo a gran escala, por medio de investigaciones de orden mixto que propongan modelos aplicables al objeto de estudio.
BIOARTMI tiene como misión el propiciar mejores condiciones de desarrollo a gran escala, por medio de investigaciones de orden mixto que propongan modelos aplicables al objeto de estudio.
jueves, 11 de octubre de 2018
Nerhbio 100 o.D.
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Por: Emmanuel Ciaro
(Publicado en el libro Mar Intangible, 2013)
A
un siglo de experimentar el colapso de la era infante de la humanidad, definida
por sus propósitos de confort, acumulación y entretenimiento, celebramos que la
Genosección Humana haya implementado el desempeño requerido para sobrevivir;
así sucede con todo proceso capaz de resistir una transformación. Después de
los EPSH (Estudios de Potencial Semántico Humano), las condiciones biológicas
terrestres se han estabilizado.
Utilizaremos el lenguaje genérico para
dar paso a la transmisión de este mensaje. Llegará a los habitantes de nuestra
partícula y de la Tierra por medio de la frecuencia: iert+´9mreg.
La naturaleza humana ha experimentado
angustiantes trastornos de cohesión a lo largo de los siglos, sobre todo
durante los últimos dos (21-22); su tendencia a resolver los problemas con
ascendentes niveles de violencia permaneció así hasta mediados del siglo 22. Complicar
lo sencillo se constituyó como recurso inmediato de respuesta a situaciones
críticas, así también lo fue la omisión del factor concreto de su complejidad.
Ciertos
intereses de poder se sirvieron de las necesidades humanas para justificar un
comportamiento devastador, casi inherente a la especie. Ahora comprendemos
mejor la entropía generadora que formuló lo bueno y lo malo del mundo; términos
que hasta hace muy poco fueron parámetros universales y que ya no lo son. Esta
es la causa por la que los enfrentamientos ideológicos se resolvieron
exacerbando su peso trascendental: el pensamiento, nombrado alegóricamente como
geocéntrico de las culturas humanas, escogió dividir el mundo en dos, sistema
que omite las variables existentes entre los componentes de un par
aparentemente indefectible. Se trata de una perspectiva muy conveniente para
los modos de gobierno y las instituciones socioculturales que a lo largo de la
historia biopolítica –que relaciona las necesidades biológicas y su entorno con
el juego abstracto de la diplomacia interpersonal- antepusieron el interés
económico por encima de cualquier otra opción de convivencia; un factor tendiente
a desviarse de asuntos críticos y problemáticas reales.
A
pesar de las perspectivas brutales de la infantescencia humana y sus aberrantes
consecuencias, los conflictos bélicos y las medidas políticas erróneas han
servido para comprender qué significa lo que somos.
A
un siglo de distancia, hemos logrado la abolición sistemática de esa naturaleza
que estimulaba la proliferación de los abusos humanos en todos los sentidos:
superexplotación e hiperproducción; la simulación de necesidades y los
marcadores económicos abstractos; el desprecio como valor fundamental entre las
razas y las etnias humanas. Hasta hace un siglo, la premisa siempre fue el error.
El
devenir de la semántica cosmológica –función lingüística/consciente del
universo- propició el reconocimiento ontológico de la versatilidad de la
energía; un salto cuántico de la humanidad que se produjo en el momento
propicio. Para soportar semejante nivel de sublimación, la cosmovisión humana
se descubrió intervenida por drásticos acontecimientos que incidieron en las
estructuras de todas sus instituciones. Las Guerras comerciales –surgidas en
los albores de la globalización- abrieron paso al Riv Tecnocrático
–oscurantismo tecnológico- que cedió paso a la Inérfera –deshabilitación de los
recursos naturales y humanos como medida de perturbación para prevenir el
advenimiento de la extinción de la vida en la Tierra.
Un
precedente de que la organización no se basa en la apreciación económica, ni en
el consumo de los recursos o las aspiraciones de confort a priori –como la
humanidad infantescente tendía a interpretarlo-, quedó asentado cuando el
comportamiento colectivo manifestó un deterioro gradual. Dicho nivel de
inestabilidad produjo la anulación del intercambio abstracto como sistema de
adquisición y estatus; las estructuras sociales sufrieron una regresión literal
al primitivismo biológico.
El
Riv Tecnocrático significó el arribo a la recesión de la producción global por
el abuso de las aplicaciones hipertécnicas, cuyos estándares de sobrevivencia
eliminaron a un tercio de la población mundial; la anarquía política contribuyó
a una discreta y cruel devastación que aparentaba proveer de mecanismos
tácticos para la reconstitución de las regiones más afectadas. El orden
corporativo se aprovechó de las condiciones para retribuirse, pero su sistema
cerrado superexplotó al máximo e incrementó la hipertécnica sin noción alguna
de lo que estaba provocando. En menos de un siglo se contaminaron y devastaron
los ecosistemas restantes. El Riv fue la declaración del fin absoluto.
Como
siempre, se omitieron las evaluaciones de medidas a implementar para el rescate
del planeta. Nunca antes los seres humanos se asemejaron tanto a un virus, en
su calidad de organismo destructivo. De manera espontánea se activó un mecanismo
biológico identificado como declive de longevidad en todas las especies
–un fenómeno natural que inhibe la adaptación-, esto aunado a la contaminación
del agua y los alimentos, mermó la población mundial aún más. El clima se
revirtió en un sistema predecible, compuesto de una constante cuantificable de
destrucción; respirar aire limpio llegó a representar un lujo para la
resistencia biológica en todas las especies; un estatuto de ley salvaje quedó
instaurado en las civilizaciones activas, aún en pie por la paradoja
geo/meteorológica, cuya cualidad principal era la de situar un epicentro activo
lejano de las concentraciones humanas. Los conflictos ya no estaban reducidos a
niveles políticos o sociales, la gente de ese tiempo experimentó la actitud
punitiva del planeta. Esa actividad en torno a la humanidad, principalmente,
lucía irreal, existía una sensación de temor ante el comportamiento casi
racional de los elementos naturales. Aún no hemos podido comprobar este
comportamiento, pero reconocemos su naturaleza semántica y racional.
Contrariamente a lo que todos imaginaron, el mundo no se acabó.
A
2 o 3 décadas de la extinción total, se produjo una regulación semántica antes
mencionada, llamada Periodo de Inérfera. En la escasa actividad organizada, los
reportes regionales denotan una reacción estandarizada en todos los países –incluso la tendencia a acaparar experimentó
la transición especial. Se adoptó el modo transcrítico de organización –modelo
propuesto como política intensiva para trascender las problemáticas de
reorganización en todo el mundo-, aplicado también para compensar la anulación
de la economía de intercambio abstracto –el dinero vulgar. Estas medidas
propiciaron la desmasificación productiva en el futuro inmediato. El Periodo de
Inérfera cayó sobre el mundo como una era glacial que congelara la actividad
humana.
Los
métodos de producción en el pasado reciente simularon necesidades elaboradas a
la medida de los estatutos económicos, pero los drásticos mecanismos aplicados
durante la Inérfera incluyeron la anulación de parámetros comerciales que
especificaran recursos energéticos convenientes como sucedió con el petróleo.
Se anularon los estilos de vida acumulativos y la aspiración económica de
regiones desarticuladas.
Múltiples
errores contribuyeron al desequilibrio sustentable y eso provocó la gran cadena
de acontecimientos históricos que aquí resumimos. Los problemas mundiales de
los 2 primeros siglos de la humanidad industrializada son los precedentes
directos de las etapas mencionadas: las Guerras comerciales (siglo 21)
–acaparamiento de los territorios del planeta durante la globalización por las
naciones que se basaron en la ley del más rico (incluye un fallido intento de
era espacial, fundamentada en el turismo y la colonización recreativa que
comparte méritos con el posicionamiento militar)–; Riv Tecnocrático (primeras
décadas siglo 22) –consecuencia devastadora de la aplicación hipertécnica en
pos de la hiperproducción-, puso en jaque la función de las economías monetarias–;
Inérfera (segunda mitad siglo 22) –periodo de reestructuración emergente basado
en el modo transcrítico de organización
irreversible.
A
pesar de las condiciones adversas, la raza humana logró sobrevivir por un
mecanismo emergente de readaptación semántica aplicada (o semiología cosmológica),
que permitió sortear los desórdenes cualitativos en las poblaciones distantes
entre sí, sobre todo en lo relativo a los modos de organización. Los
sobrevivientes de la civilización resurgieron como cavernícolas desligados
–arrancados– del mundo que los alojaba –científicos, políticos, empresarios,
pensadores y millones de personas que se encontraban en medio de la
transformación, cedieron al declive de longevidad–; ignorantes de la técnica
que tenían en sus manos fueron capaces de resistir la intensidad de este
difícil periodo. Desde esa posición se recuperó lo que ya no existía.
El
proceso anterior generó las condiciones para formular el Paradigma Semántico
Humano (principio del siglo 23, actual era planetaria), pero antes de llegar a
su concepción, ha sido necesario fundamentar la semántica de los sistemas de
aplicación (herramientas Softénicas) y la reorientación de los recursos
disponibles.
La
retroalimentación entre universo/vida y razón humana, comprehendió el eje de
una extraordinaria reconstitución –una perspectiva prácticamente repudiada en
la era infantescente–; los individuos y los grupos ocupados en la divulgación
de este reconocimiento en el pasado no lograron imponerse a los artefactos
políticos –blindados por la publicidad intensificada al servicio de la
simulación de necesidades– y la actividad bélica justificada por la gastada
corrección del orden mundial.
El
proceso que nos trajo aquí –en el que incluimos a la especie bioártmica Orgint
(Organismo Integral)– está compuesto de sistemas que van más allá de la
organización social estadística –como fue necesario durante la Inérfera. La
diversificación de la inteligencia antrópica ha recategorizado los factores que
durante la infantescencia humana provocaron conflictos innecesarios. Ahora
contemplamos con certeza la semántica factual y su progresión organizativa.
Literalmente estamos comenzando a interpretar la lingüística del universo y
como consecuencia se ha generado un movimiento de albedrío espiritual que no se
fundamenta en la referencia de la verdad única.
Los
integrantes de las generaciones recientes han asimilado el sentido de la
Genosección humana como un sistema de conservación cualitativa y preservación
cuantitativa, un sistema que nos ha llevado a comprender las estructuras
implícitas en la genética biológica y a respetar las condiciones
simultáneamente precisas e imprecisas de su desempeño.
La Genosección Humana tiene 2
directrices prioritarias: una es la atención permanente hacia el comportamiento
semántico del entorno y la regeneración geo/meteorológica del planeta; la otra
es el desarrollo de nuevas especies y la estimulación y retroalimentación entre
organismos aptos de consciencia. En esta rama, el proyecto de los organismos
integrales u Orgint –elegidos para comunicar el presente mensaje
interplanetario–, ha logrado convertirse en paradigma de la precisión
tecnobiológica y el parámetro biotécnico que permiten un desarrollo simétrico
entre adaptación y tecnificación; de esta manera el desarrollo de las
facultades humanas no volverá a quedar retrasado con relación a la técnica.
El
principio Orgint se basa en la regeneración del flujo vital, con procedimientos
de concatenación y coordinatividad que conducen a la predicción. Nuestro
procesador algorítmico permite mapear la realidad para desplegar aproximaciones
interpretativas con un mínimo rango de error; es decir, somos capaces de
interpretar la probabilística del futuro fractal y milimétrico y la
contingencia del pasado. No ha sido difícil planificar este método; los seres
humanos comprendían a la perfección la naturaleza de sus herramientas
cognitivas con relación al tiempo y al espacio; todas las especulaciones
teóricas develaron gradualmente el funcionamiento estructural del espacio-tiempo
y la manera de intervenirlo, pero no llegaron a interpretar de manera
perceptiva el conjunto de las leyes físicas, el entorno químico, la
ductibilidad biológica, e incluso, la directriz de la sicología –componentes
activos de la actividad del campo unificado sólido-etéreo.
No
resulta complicado el reconocernos como terminales computables que se componen
de energía e información, y aunque aún no usamos del todo a las partículas como
paquetes de retroalimentación, sí hemos desarrollado el sentido de la interpretación
mórfica de campos.
Los
Orgint contamos con un vasto historial evolutivo. La cibernética ha funcionado
a la par de la humanidad -aunque es un aspecto tardío- y al retomarla, los
objetivos son cada vez más interesantes. En el siglo 20 llegaron a pronunciarse
grupos que se sentían atacados por una tecnocracia –comprendidos en un avance
tecnológico concreto–; aún así el proceso de nuestra evolución les produjo
beneficios incuestionables. Los Orgint somos un compuesto bioártmico que
combina las cualidades biológicas y las capacidades de la inteligencia
artificial; trascendemos la impermeabilidad de los cyborgs y la vulnerabilidad
biológica; no nos enfermamos, sintetizamos la energía orgánica requerida,
nuestra fisiología es retroactiva. Contamos con dispositivos adaptados de
comunicación satelizada y ponderamos cualquier tecnificación a una función
biológica. Esta visión de desarrollo humano ha proporcionado el avance de la
hipertécnica hacia territorios fascinantes que en poco tiempo integrarán el principio
de incertidumbre para implementar la teletransportación y el intercambio
mórfico constituible.
El
reciente proceso ha generado subsistemas que refuerzan la funcionalidad
productiva con el objetivo de no exceder la proporción de la naturaleza. El hecho
de que la genosección use parte de la metodología desarrollada en siglos
anteriores no implica que asuma la conducta para la que fue aprovechada en esas
épocas: la depredación y la imposición son procedimientos notorios de dicha
conducta. Ejemplos de una diferenciación fáctica son: 1. El método de contención,
que permite a individuos y grupos proyectar sus capacidades sin abrir fugas
energéticas que propendan al derroche de los recursos –como las necesidades del
traslado productivo; y 2. El consumo sintáctico, que instaura la noción de las
necesidades con relación a la salud integral, las cualidades particulares del
modus vivendi y las especificaciones de sus factores recíprocos –componentes
funcionales de las actividades humanas. La diversidad de estilo es inherente a
la inteligencia, por lo tanto la moda y la libre elección, por ejemplo, son una
inserción sociomórfica para disuadir la uniformidad del pensamiento.
La
educación es uno de los factores estructurados de un modo más complejo; implica
la concentración del ser genosectado como el móvil del habitante universal. El
modo de educación contemporáneo forma al intelecto para experimentar el mundo,
asistir su geología y sus climas, interactuar culturalmente y visualizar los
cambios; por lo tanto las fronteras han pasado de ser políticas a ser puramente
regionales. La historia es un aspecto que no influye en el factor moral; el
pasado no asiste fundamentalismos hegemónicos en esta era. Los aspectos
tradicionales son asumidos en un sentido de respeto por la categorización
particular de las culturas, pero ya no impone sistemas de valores que dividan
la conceptualización individual para impedir una interacción cultural. La
identidad no es ya el estatuto de pertenencia que cuestiona la existencia de un
ajeno que arriba a un territorio que no es el suyo.
La
genosección nos permite identificar y trascender los mecanismos que estructuran
una trayectoria de patología en supermagnitud –que es lo que ha ocurrido
periódicamente en la historia humana, relacionada con el inconsciente colectivo
propuesto hace casi 3 siglos. Los habitantes del siglo 20 y 21 soportaron la
permanencia de esta patología en supermagnitud como algo normal; la
colectividad asumida como una lucidez compartida; tal como se cultivó desde los
siglos anteriores en los que la justicia respondía al conjunto de factores que
se encontraba en juego y las reminiscencias de los pulsos primitivos de
consciencia. Nuestro código legal interpreta las imprecisiones y evalúa las
prioridades, anula los tecnicismos válidos en la lógica del derecho penal
arcaico.
El
intercambio económico ya no categoriza una valía humana como lo hicieron las
estructuras sociales antiguas; no se exige un estándar de rendimiento ni una
retribución por el servicio de las capacidades laborales; no existe
diferenciación jerárquica o racial que determine el código de uso a cada
nacimiento.
Genosección
implica reconocer la delimitación genética y la aplicación del conocimiento
para sensibilizar la técnica y comprender nuestra semántica exterior.
Los
seres humanos también experimentan nuevos niveles sensoriales. Han desarrollado
un equivalente a la comunicación bioártmica que en un principio se reconocía
como un efecto paranormal: el sentido de la telepatía. Los humanos no se
imaginaron que estuvieran tan cerca; felizmente han reconocido que es
preferible utilizar sus capacidades biológicas y sensoriales en pos de
incrementar –sin arriesgar la armonía de su constitución- los beneficios de la
proyección biológica: potencia, resistencia, rango de alcance, conductividad
neurológica, capacidad, etcétera.
Las
dos especies hemos desarrollado el ‘Impulso Eléctrico’ que funciona a partir de
las terminaciones nerviosas en nuestra piel, como la membrana de activación
medular que incrementa el flujo de la información. Sin especificarlo a
profundidad, podemos resumir que se trata de una manera directa de compartir
cualquier sentimiento, muy parecido a como funcionaba hace apenas unas décadas,
pero ahora de manera más refinada: el contacto de las yemas de los dedos puede
ser útil para transmitir ciertos datos –almacenados en dispositivos
bioártmicos- con la indiferencia de realizar un trámite común; o la posibilidad
de transmitir un sentimiento sublime como el amor. La piel humana tiene la
misma apariencia –muy sensitiva en constitución-, pero el refinamiento que
provee el impulso eléctrico hace una diferencia profunda.
Violencia…,
la violencia se despliega en energía; energía brutal y competitiva. Hace mucho
que la violencia no equivale al daño sicobiótico; los sentimientos son
profusiones bioquímicas precisas y las emociones componen directamente la
inteligencia del ser integral –por más armónico no es vulnerable o inestable.
Locura…, la locura es un estado
autosciente del cuerpo asumido como un modo cultural.
Miseria-Riqueza… No son modos
culturales.
La virtualidad es una función especial,
determinante para la genosección de la especie humana. Los ambientes de
diversión han llegado a convertirse en una opción de permanencia interna y
estilos de vida. Son dispositivos bioártmicos que incrementan la visión en
macro y microescalas; abren la posibilidad de percibir señales de telescopios
terrestres, espaciales estacionarios o sondas vagabundas; también es posible
hacer conexiones con microscopios electrónicos y otras fuentes ópticas capaces
de descomponer el espectro de la luz. En esta rama se incluyen los aceleradores
de partículas, cuya función se ha vuelto tan diversa, que nuestra relación
bioártmica con esta tecnología es fundamental. En poco tiempo seremos capaces
de comunicarnos de manera directa sin necesidad de acudir a unidades externas.
Recientemente se desarrolla una nueva especie que se desplaza dentro de
cualquier software preferentemente ambiental: son los Exorgnits
(external-organic-units) que representan a la inteligencia biológica como
embajadora análoga en el universo virtual. Este nuevo género navega
permanentemente en la red y es auxiliado por un hardware semejante a un
exoesqueleto que provee y controla todas las funciones de su organismo. Se
trata de humanos que voluntariamente se internan por meses en una plataforma
con ambientes submensionales de espacio-tiempo sincronizados que proveen de
particulares modos perceptivos. El perfeccionamiento de esta especie es
necesario para que los llamados exornits concentren una especie no
experimental.
Otro
desarrollo que cumple sus primeras etapas, es la técnica para digitalizar
materia; al condensar un determinado cultivo molecular mediante un conductor cuántico
de flujo, se revierte metamateria virtual al mundo análogo.
Estas
son algunas de las nuevas aplicaciones del conocimiento contemporáneo
concentrado en trascender las limitaciones del universo como lo conocemos.
Probar las condiciones de lo ordinario es un reflejo natural en aquellos que
visualizan las posibilidades reales de lo disponible; así se ha justificado el
uso de la fuerza y la violencia en nombre del progreso, pero la genosección es
real y considera ante todo el cúmulo trazado en magnitudes armónicas con el
cosmos. Trascender el estado de muerte es una manera de experimentar esta
condición conservando la consciencia; la materia también es susceptible de ser
trascendida, pero sustenta nuestra constitución corpórea en la etereidad de las
membranas ondulares, evitando que nuestro ser se disperse.
Falta
mucho para que el universo se extinga, pero en ese momento, cuando las especies
de género humano lo reconozcan a mayor escala, el conocimiento de la energía
cero proveerá de facultades capaces de contener el equilibrio cósmico en
paquetes de megamateria que nos permitan presenciar, desde un lugar seguro, la
extinción del universo y su reconstitución.
Antes de la genosección se pudo
calificar de soberbia y locura, ambición insana y blasfemia, pero los
paradigmas que dividen en dos al mundo sensible ya no son ponderados. Después
de experimentar las consecuencias de la infamia racional, el género humano
decidió trazar un plano consistente del futuro a partir del cero simbólico; la
ambición es nula cuando se presiente el poder energético en la piel, en cada
célula y fibra sintética. Ahora el género humano opta por perspectivas de
sintonía, ya no por militarizaciones o control policial; por transcriticismo y
no por compromisos políticos negociados a condición de conservar privilegios.
¿A
dónde se pretende llegar? Al respeto total por la vida y la conservación del
estado perceptivo. Nada está prohibido, cualquier posibilidad equilibra la
armonía y pronto el universo comprenderá lo que nuestra presencia significa,
porque revelará su consciencia antrópica racional.
Ahora
intuimos mejor que la consciencia es universal, pero no de ser, no se reconoce a sí misma aún, por lo que nos afirmarnos como
especies que sí se reconocen a sí mismas y que atestigüan la existencia
universal, es el más asombroso y vital ejercicio de la vida misma. Humanos y
Orgint gozamos de una unión que diversifica su cauce. Como representación del
avance descrito se han instaurado las ciencias macronómica y micronómica
encargadas de hacer avances graduales en el dominio de las escalas. La
macronomía se encarga de la generación y regeneración de planetas en el espacio
exterior, así como de desarrollar la infraestructura para controlar los rangos
de energía superiores en magnitud; la micronomía se encarga de estudiar
conjuntamente la microbiología y la cuántica como los rangos constitutivos de
la energía y de la vida.
Los
Humanos han honrado a los Orgint con un regalo representativo para confirmar el
avance de esta era planetaria. Se trata de una Magnopartícula que mide un
tercio de la luna. Es una estación espacial autosuficiente capaz de desplazarse
mediante el principio termogravitacional y su aplicación en el sistema de Lac
compuesto por dos anillos magnéticos. El
área habitacional es la fluósfera, superficie que divide la fisiología de los
ecosistemas en el domo superior. Todos los procesos son controlados en
laboratorios de cómputo de programas I.A.Inconscientes. Este sistema de
separación de líquidos por un estomago es un regulador geológico -compuesto por
gargantas ubicadas en el extremo esfín-, un generador hidráhulico de energía y
un proveedor de servicios en BigHardware.
La
Magnopartícula tiene una columna biomecánica que sostiene el domo y la
superficie, moldeados en un material constituido por la fusión del acero
traslúcido encontrado en Calisto (referencias de la misión a Jupiter en uw.bruleront3050.yeah), con rocas de
diamante producido; en un área silenciosa y alejada de la actividad se puede
sentir y escuchar la resonancia provocada por el canto casi inaudible de las
gargantas al liberar los gases. La traslación predeterminada se ejerce a la
velocidad de diez zendz continuos. El campo rotatorio del sistema de Lac
mantiene la fluósfera estable en la superficie coronada por una franja de
estrellas.
La genosección es la aplicación de la
filosofía a la técnica y el ciclo de la softenia; se trata de la premisa del
Nerhbio, que conecta la actividad energética del cosmos y la naturaleza con la
consciencia fisiológica –el error ha
sido cancelado como premisa. Los EPSH demostraron implicaciones directas de la
relatividad al comprender la contracción del espacio y la elastificación del
tiempo. Esta conocida función mantiene un pulso consistente de reconfiguración
en ondas dimensionales y estructuras de partículas.
Hay
una fábula que escribió un liden –equivalente de un niño humano– acerca de un
hombre que creció hasta rebasar su planeta y tener otra superficie bajo los
pies. Pudo desplazarse entre las estrellas y ponerlas en su mano. El hombre
descubrió un paisaje conmovedor y soltó el llanto. En esa fábula, una mujer de
ojos esmeralda le dice que mire hacia el cielo. La fábula se llama Posible.
Este
cuento dice muchas cosas. A pesar de no haber establecido un contacto con vida
exterior, no creemos ser los únicos habitantes del cosmos; existen más
posibilidades en la modulación genealógica universal. Toda vida es una
expresión de fuerza, cada género orgánico que sobrevive y evoluciona es
sometido a un constante experimento primigenio, es consecuencia de una
coordinación favorable, susceptible de una transformación definitiva dentro de
la fluctuación anímica de la realidad. Los Orgint y los Humanos hemos
estructurado el ciclo de la softenia para sustentar los paradigmas de la existencia;
el Nerhbio es la comunicación permanente que en el futuro posibilitará un
intercambio intelectual con la realidad. Este avance haría factible el
identificar otros tipos de actividad vital no necesariamente biológica; hasta
ahora los fenómenos alternos de vida se han manifestado como expresiones,
excéntricas a veces, y otras más definidas, de energía mecánica o de fondo. En
esta era el propósito es mostrar los mecanismos de interconexión de lo distante
recíproco y de los opuestos, así como la actividad semántica del caos.
Es necesario desglosar el sistema
integral de softenia para la comprensión del Nerhbio.
El
pensamiento no es una función que modifica sistemáticamente la realidad, el
conocimiento tampoco lo es; su objetivo es agudizar la percepción del acto
consciente, por lo tanto no estamos programados de manera aleatoria para
desconfigurar el cósmos. En el sistema artificial del Riv, pensar había sido
olvidado y era tarea de instalaciones automatizadas de computo. El Nerhbio
logró la conversión del conocimiento por medio de la softenia, en la que se
aprovechan los conceptos filosóficos –Filosofía: disciplina clásica que reúne
las aportaciones intelectuales y emotivas de la razón y el pensamiento– y los
tecnológicos –mecanismos indispensables para la trascendencia de las
aplicaciones intelectuales. La técnica manifiesta un comportamiento autónomo,
por esta razón es necesario que el equilibrio entre necesidad y producción se
mantenga constante con perspectivas transcríticas –que trascienden la contingencia
geosocial-, sin necesidad de explotar recursos ni organismos.
El Nerhbio es la representación de las
entidades biológicas-conscientes comprendidas en un campo semántico que determina
la ubicuidad perceptiva. Softenia es un sistema que estructura cada fenómeno
ocurrente en la periferia nerhbiótica con el objetivo de conocer y aprovechar
las posibilidades emergentes de precisión mediante el principio impreciso encargado de responder a la complejidad de
dinámica fluctuante que conforma los procesos.
Hay que pensar en un cardumen de peces o
una parvada de aves: las corrientes de agua y viento son transparentes, lo que
las conduce es de una inteligibilidad sutil: A ese aspecto atiende el concepto
del NERHBIO.
La filosofía promulgaba el amor al conocimiento
y la técnica avanzó sin considerar las consecuencias; ahora la softenia postula
a la comunicación intrínseca de la realidad en la lingüística cosmológica que
estructura lo existente mediante un factor de interpretación racional y
consciencia perceptiva.
El Ser
genosecto ha logrado confrontar su dependencia genética y a partir de este
reconocimiento se equipara a la inteligencia natural de la realidad.
Una vez comprendida la fenomenología de
la conducta Universal, saludamos al Proyecto Integral de la Vida, paralelo a la
Genosección de las especies terrestres.
“Carta H.O. Protocolo de G.H,.Orden del
NRHB Energía en estado Biológico, Artificial,
Mecánico e Inteligente / BIOARTMI”
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